viernes, 22 de junio de 2007

Aprendiz de vuelo (2007)

Ayer llegó la primavera acompañada

de un cielo gris y un viento sereno.

Nada parece cambiar a mi alrededor

y sin embargo los recuerdos

se borran en un zoom lejano.

Todos estos proyectos de futuro

no son más que esperanzas inciertas, trémulas,

objetos de mi ensoñación perenne.

Hay cosas y personas que no puedo

comprar con el dinero que tengo

y situaciones y sentimientos que desconozco

porque aún me queda mucho por aprender.

Me pregunto qué será de este sentimiento,

de esta melancolía.

Quisiera ser un poco más superficial,

olvidarme de las cosas que me asustan

y sonreír por tonterías.

Bajar de mis sueños al mundo real

y aprender a conformarme

con lo que obtengo en el día a día.

No necesito drogas, con la imaginación me basta.

No tengo problemas sustanciales,

así que no entiendo el porqué de este spleen.

Cada vez que examino mis miserias

y las comparo con las ajenas,

me avergüenzo de inquietarme por nimiedades,

mientras otros sufren grandes tristezas

y auténticos males y no se quejan

como yo, por estos andurriales.

No tengo escritor favorito, ni libro,

ni actor, ni poeta, ni grupo de música,

ni película, ni canción tan siquiera.

Cada año que pasa amplío más el círculo

y aún así me vuelvo más escéptica y ecléctica.

Hay una vorágine de información a nuestro alrededor,

imposible procesar todos los datos.

Cuanto más me miro en el espejo,

más me reafirmo en mi contradicción y en mi recato.

Soy una inconformista gandula.

Me quejo de todo

y después apenas hago nada.

Soy una mujer light,

vivo para trabajar

y sueño abrazada a mi almohada.

Soy una inconformista silenciosa,

acato las normas a cambio de una nómina.

Mi rebeldía de adolescente se ha ido al garete,

me acerco a los treinta

sin exprimir la ansiada libertad

que tanto pretendía a los quince.

Ya no soy una activista.

Los ideales se me murieron

aplastados por los intereses del grupo

con el que pretendía alcanzar

esos sueños de justicia social.

Ahora me conformo con ir por libre,

haciendo lo que creo que es ético

pero a escondidas,

para no molestar a los de arriba

y seguir cobrando el sueldo.

Soy un poco invisible

para poder moverme a mi manera.

Nadar y guardar la ropa,

a veces el peligro no está en el agua,

sino afuera.

Te deslizas por entre mis sueños

como la luz a través de un tejado roto.

Te apoderas de mi rutina

y la transmutas en una espera incierta.

Paseo sola a través de estas calles desconocidas

y me pregunto si estás entre la gente.

Me conecto a Internet por si te encuentro,

buscando, buscando a alguien como yo.

Estás tan cerca y tan lejos

que pareces real, verdadero.

Cuando pasan los aviones

sobre mí surcando el cielo,

me pregunto bajo el viento

si vas dentro de alguno de ellos.

Te imagino en un mundo pleno,

en una vida de éxitos y sacrificios,

en medio de un mar sereno.

Te imagino y te creo,

desde la nada, desde una foto,

desde un simple anhelo.

A mi alrededor hay personas

que aman y sufren,

que sueñan y luchan,

que se conforman y ríen,

que desesperan y esperan.

A mi alrededor hay personas que pecan

y otras que no pecan porque no creen.

Hay personas que viven deseando un cambio

y otras que cambia tanto que nunca las conoces.

A mi alrededor hay quién se cuida

de la tristeza y devuelve sonrisas.

Hay tanta gente a mi alrededor

que no sé por qué a veces me siento sola.

Será porque hay días en que olvido

que ser feliz es tan sólo una actitud.

Hoy me ha dicho un amigo

que a veces las tristezas

llegan con retraso.

Cuando la tempestad arremete,

él siempre se abre paso.

Cuando llega la calma

ahora se encuentra fatigado.

Ya no hay vuelta atrás y aún así

aquel pasado que ayer nos dañó

hoy de nuevo nos busca.

Como me río por dentro,

la llevan clara los que ahora

vienen a pedir favores

cuando antaño nos dejaron solos.

Tranquilo amigo,

ahora nos toca a nosotros

hacernos los ciegos y los sordos.

Tuvimos que aprender

a caminar entre las lágrimas

y el sentimiento de fracaso.

Aquí estamos ahora,

con la cabeza alta

y el ego recuperado.

Aquellos que se prostituyen

por cuatro años de mandato

ya no tienen nada que ofrecernos.

Paso de sus promesas,

paso de que nos mientan y utilicen

como hicieron hace cuatro años.

Con sus dulces tentáculos la música

me tienta este sábado noche.

Bajo el calor de los focos

quiero bailar mirando al suelo

y a ese infinito particular

que son las paredes

y sus desdibujados contornos.

Entre las sombras de rostros confusos

busco tus ojos a través de desconocidas miradas.

El ritmo se hace cada vez más frenético

y en la atmósfera envolvente

de la pista de baile me dejo seducir

por mi propia ensoñación y me entrego al ritual

de bailar sola entre la gente,

soñando que a mi lado te encuentras tú,

objeto de deseo, paraíso hecho carne,

turista en este inframundo,

ángel-alien bajado de un hipotético cielo.

Fue fácil adivinar tus pensamientos,

la contraseña de tu corazón.

No eres tan diferente a mí,

bien porque no te das cuenta

o porque yo lo disimulo mejor.

Es adictivo evocar esos momentos

y poner el pause a la razón.

Da igual quién se parezca a ti.

Quién te ayude o quién te mienta

depende de tí, de tu propio valor.

Como una tinta fluida

manchaba la sangre.

Pasado el susto, volvió la quietud.

En este desmayo descontrolado

de tedio y hambre

encuentro tu calor y tu virtud.

Todo por lo que has luchado

te absorbe, te nutre, te regenera.

El amor, la familia, la amistad.

Hoy estás cansada,

mañana te veré como nueva.

ESTOY APRENDIENDO A VOLAR

Estoy aprendiendo a volar.

No tan alto como en los sueños

ni tan despacio como para espiar

tus ansiados recovecos.

Bruma de las medianías me envuelve

entre tabaibas y tajinastes,

me deslizo por el aire imparable

y retomo aquel sendero que dejaste.

Estoy aprendiendo a volar

y con ello nacen las primeras renuncias,

pues todo no flota en el aire.

Te espero donde la bruma se anuncia.

Vicisitudes.

Demonios intrusos vociferando deberes,

momentos de paz y treguas marinas.

Indecisiones.

Sobre la hoja arrugada del periódico

yace una ilusión vespertina.

Oportunidades.

Desafiar al viento con estos ojos

protegidos por una barrera cristalina.

Retroversiones.

Estiramientos del alma en reposo.

Crecer a través de la rutina.

POR LOS CAMINOS DE LA TARDE

Por los caminos de la tarde,

escucharé tu voz.

A través del viento amable

imagino tu presencia.

Rodeamos juntos la vereda del parque

ausentes, desnudos de toda respuesta.

Por los caminos de la tarde

se irán los átomos desesperados

en su cita hacia ninguna parte.

Quién imagina qué.

Ya no hay excusa que valga.

¿Qué hace ese objeto tonto

guardado en un cajón?

¿Qué deseas desechar, imperiosa,

cuando te lanzas ominosa

hacia los armarios del destierro?

Huyes de ti misma y de tus desvelos.

Limpias la casa de objetos

pero no te deshaces de tus recuerdos.

Cierto. Justificas tu soledad

diciendo que sólo en tu imaginación

existe el hombre amado. Es verdad.

Te entiendo, comprendo tu decepción.

Pero no me dejes sola en el camino.

Tú con tus bártulos y tu limpieza,

y yo tengo que hacerme cargo de tu destino,

no sé si por tu miedo o por tu pereza.

Quién imagina qué.

Cómo deben de ser de frías y oscuras

esas noches en tu cama desierta.

Dios sabe que no me gustaría

acabar pareciéndome a tí.

Aquí te presto mi hombro y mi oído

pero no cargues todo el peso en mí.

Yo también duermo sola soñando

pero atiendo mis responsabilidades.

Un mundo sin armarios sigue girando

y con él llegarán las oportunidades.

Es mejor ser reprobada que ignorada.

Es mejor la crítica que el desconcierto.

Dónde está el equilibrio en esta balanza

incierta lo desconozco, pero lo presiento.

Déjame formar parte de tu esencia,

como un átomo recubierto de luz,

que se desgrana de súbita impaciencia

ante el milagro que desprendes tú

con tu infinita y lejana existencia.

De vuelta al recuerdo cotidiano

donde las cosas se castigan y se premian

espero reconocerte entre el eco

de los turistas que alegres transitan

por estas calles llenas de historia.

Déjame envolverte en mi arrullo,

como un remanso en un oasis lejano

donde mi voz será sólo un murmullo.

Te adoraré desde un azul recoveco.

Instálame en una parte de tu memoria.

DESPACIO

Vislumbrada en mi memoria

se perfila un recuerdo

atrapado en mi historia,

anhelado, roto y cuerdo.

Preferible postergar lo imposible

y lanzarse a lo alcanzable.

Soñar es mérito exigible

en este caos vespertino y amable.

Te prefiero, vida mía, despacio.

Saboreándote con devota lealtad,

más allá del tiempo y el espacio

te encontraré asido a mi libertad.

Voy recorriendo cielos,

aprendiz de vuelo.

Mirando horizontes lejanos

que tú has recorrido ya.

El tiempo que se marca en mi reloj

es tan distinto del tuyo

que mis horas son sólo murmullos

en tus oídos cansados de hoy.

Quizás buscas entre los pasos,

en la penumbra exitosa y efímera

de tu trabajo, una sola voz.

No sé qué harás en estos casos.

Tal vez sucumbas a la quimera

y sólo halles repetida tu voz.

Quiero repetirte que no sé

ser superficial y despreocupada.

Se me nota en la cara lo que siento

y ya no busco ninguna coartada.

Hasta entonces todo parece sencillo.

Llega la verdad desnuda y peligrosa.

Es un instante agónico, inmenso.

Dicha la verdad, pasemos a otra cosa.

Dejemos fluir este calor

por la piel tímida y callada

que el roce de tu ardor

despierta en la almohada

con ese deseo me armo de valor

aunque mi espera se quede en nada.

LIBERTAD

Te eximo de ataduras

¡adelante, cómete el mundo!

Me preocupa tu ir y venir

siempre por la cuerda floja.

Toparás con caraduras

y aún así pensarás por un segundo

que es mejor dejar vivir

y que cada cual su vida escoja.

Nada más lejos de la realidad.

De los peligros hay que aprender

para poder caminar más segura

sin que nadie te falte el respeto.

Hoy ansías conquistar tu libertad.

Es normal, te haces mujer.

Procura decidir con cordura.

Me importas, por eso me entrometo.

Porque me importas, te escucho.

Porque me importas, te reprendo.

Porque me importas mucho

y porque tuve tu edad, te comprendo.

BUENAS NOCHES

I

En esta noche serena repaso mi día.

La música me transporta al silencio

Reparando la melodía del viento.

Me regocija mi libertad y la alegría

de haber hecho hoy todo cuanto puedo

sin prisas, sin agobios, sin descontento.

II

Otra vez preparo el despertador, testigo

de mis noches insomnes y desiertas

pero también fiel y exacto amigo

de mis mañanas alegres y despiertas.

III

Hoy ha sido un día provechoso:

he sonreído, he aprendido algo nuevo.

He plantado una semilla de esperanza

y disfrutado de un atardecer hermoso.

DESDE MI DESEO

Cierro los ojos y te imagino respirando,

bebiendo la vida a sorbos

a través de esos, tus jugosos labios.

Construyo tu sombra desde mi deseo.

Veo tu mirada impresa en papel

Prisionera de extrañas quimeras,

anónimas e infinitas letras.

Dibujo tu esencia desde mi deseo.

Trato de adivinar más allá de tu rostro

y entender el rastro de tu piel.

Tu perfil se pierde en palabras.

Aspiro a tu aroma desde mi deseo.

Confronto tu realidad a mis fantasías.

El silencio se funde en tinta negra,

en una sombra alargada y discreta.

Saludo a tu voz desde mi deseo.

MI PROPIA B.S.O.

I

Una colección de imágenes.

Proyectos, ideas, horizontes.

Un interrogante camino

al final de la escalera,

flores mustias en u tragaluz.

Una lámina de dibujo sin márgenes.

Desde la ventana el monte

se ve más etéreo y divino.

Tarde ventosa de primavera

llena de polen nómada y de luz.

II

Música de los setenta a un volumen discreto.

Otra tarde escribiendo poemas en secreto.

Buscando ideas, rimas, un nuevo reto.

Sin la velocidad espontánea

del hip hop mastico las combinaciones

con una febrilidad momentánea

mientras tarareo viejas canciones.

Los escorpiones alemanes se desgañitan

con la energía de los veinteañeros

que en vano tantas bandas imitan

sin escuchar siquiera a sus pioneros.

Volver a la adolescencia es pecado,

salvo para rescatar del pasado

Los sonidos que me han acompañado.

III

Amasijo de colores, figuras variadas.

Fotografías de otros mundos

realidades sin banda sonora.

Edificamos monumentos al vacío

y ofrendamos al tedio nuestro tiempo.

Ni las nuevas religiones

nos aportan soluciones.

Los nuevos ídolos del papel couché

nos invaden con sus hordas

de envidia y consumismo.

Las nuevas consignas lanzadas

nos convierten en vagabundos

que se arrojan sin demora

a los brazos de cualquier amorío

con tal de ocupar el tiempo.

Necesito beber nuevas canciones

auténticas y valientes oraciones

de aliento que nunca escuché

y salvarme y tirar por la borda

todo aquello que sea un espejismo.

Y poder dejar atrás las pisadas

lanzándome a los vientos rotundos

del futuro, sin miedo, ahora

que reniego de este ciego desvarío

y me reconcilio con el tiempo.

IV

Arrúllame, cántame al oído

ahora que soñamos la misma canción.

Un gato en la noche pasea

y nos vigila desde lo alto.

Deja que el silencio acuda cómplice

a despertar el deseo.

Te espero desde una sombra sin nombre.

V

Un ritual de intransigencia,

una espera desacelerada.

Una prueba de inteligencia

en esta tarde deshabitada.

Beber de tu suave presencia

por tu voz acompañada.

Refugiarme en la ausencia

de mí para despertar saciada.

FIN

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