jueves, 2 de diciembre de 2010

INQUIETUDES DE MI ALMA




INQUIETUDES DE MI ALMA

1

Ni en tus soleadas mañanas
me regocijo
ni en tus grandes cielos azules
me conformo.
Hay algo dentro de mi alma
que necesita expandirse.

Ni caminando por avenidas anchas
de edificios blancos
ni contemplando rocosas playas
bajo mis pies descalzos.

Hay algo débil y escondido
que necesita mutarse.

¿Serán aquellos sueños y proyectos
que yacen en el olvido?



2

En mi cabeza habita una idea
que no encuentra salida para ser escuchada.
Es una vocecilla escondida
que desea ser encontrada.

Afuera, el sol lanza sus últimos rayos.
Desde aquí contemplo cómo avanza
esta lánguida tarde de mayo.



3

Qué curiosa costumbre tenemos la personas:
involucrarnos en batallas que no nos pertenecen
y acabar como peones en un tablero de palabras
que otros han puesto en nuestras voces.

Y mientras unos tiran la piedra
y luego esconden la mano,
ahí estamos nosotros,
los otros,
los que damos la cara
por batallas perdidas de antemano,
por ideas nobles pero poco rentables,
por las personas sin voz ni voto,
por las noches a oscuras
dando vueltas en la cama,
intentando arreglar el mundo.

Y mientras competimos y consumimos,
los otros, ésos...
los que se frotan las manos con nuestros anhelos,
van moviendo las piezas del juego
en un demoniaco tablero.